El abuso tecnológico es un problema generalizado observado por intercesores y profesionales de los sistemas legales en los EE. UU. En nuestro nuevo informe, Tech Abuse in the Pandemic & Beyond (Abuso tecnológico en la pandemia y más allá), se comparten los hallazgos de una evaluación de necesidades que incluyó la participación de más de 1000 intercesores y profesionales de los sistemas legales. Ellos indicaron que el abuso tecnológico aumentó durante la pandemia por COVID-19. Los sobrevivientes y sus comunidades también encontraron barreras adicionales para la seguridad, la justicia y la recuperación.

Hallazgos clave:

  • Los tipos más comunes de abuso tecnológico (acoso, limitación del acceso a la tecnología y vigilancia) aumentaron durante la pandemia.

  • Los teléfonos, las redes sociales y la mensajería fueron las tecnologías más utilizadas indebidamente como táctica de abuso tecnológico.

  • Los dispositivos de Internet de las Cosas (IoT), los rastreadores de ubicación de próxima generación y otras tecnologías emergentes se utilizan cada vez más en el abuso tecnológico.

  • La falta de acceso de los sobrevivientes a la tecnología, a veces llamada la “brecha digital”, es una barrera para acceder a los servicios, el apoyo legal, la corte, y otros servicios y apoyo sociales.

Agradecemos a los dedicados defensores y profesionales de los sistemas legales que se tomaron el tiempo para completar nuestra encuesta desde diciembre de 2020 hasta enero de 2021. La investigación relacionada sobre los servicios a las víctimas durante la pandemia destaca lo que siempre hemos sabido: que los defensores y los proveedores de servicios son resilientes y dedicados. Cambiaron a nuevas formas de utilizar la tecnología para comunicarse con los supervivientes y entre ellos, al mismo tiempo que hicieron frente a profundos retos y desigualdades personales, profesionales y sociales preexistentes. Sin embargo, existe un costo por la excesiva flexibilidad y creatividad: el agotamiento, el trauma indirecto y el desgaste.[1] Estamos agradecidos por sus respuestas y su trabajo todos los días junto a los sobrevivientes para contribuir con la seguridad, la privacidad y la recuperación.

Conclusiones:

  • Debemos estar preparados para la probabilidad de que las tácticas de maltrato tecnológico adoptadas durante la pandemia no se abandonen fácilmente.

  • Deberíamos trabajar juntos para promover la equidad digital y la seguridad tecnológica.

La tecnología puede amplificar el abuso, pero también es utilizada estratégicamente por los sobrevivientes y quienes los apoyan.[2] En el futuro, debemos llevar este conocimiento aún más profundamente a nuestro trabajo para responder a la violencia y al abuso, y prevenirlos mientras apoyamos el bienestar de los proveedores.


[1] (Wood, et al. (2020)

[2] Freed et al. (2017); Matthew set al. (2017); Dragiewicz et al. (2018); Richard y Gray (2018); Douglas, Harris y Dragiewicz (2019); Harris y Woodlock (2019); Messing, et al. (2020); Leitão (2021)